Nacida en 1993 en la República Checa, a Katka le diagnosticaron autismo a los cinco años. Tras el diagnóstico de su hija, sus padres se quedaron solos para todo lo demás. En aquella época, el autismo era un diagnóstico nuevo en República Checa y no existían servicios sociales relacionados con el autismo. Así empezó una lucha de años por un futuro mejor. Fue una lucha no sólo por la pequeña Katka, sino por todos los niños autistas del país.
La primera iniciativa fue crear un servicio de asistencia personal a domicilio. Fue un éxito, y los asistentes empezaron a ayudar a las familias de las personas autistas por primera vez a finales de 2004. Hoy en día, muchos padres no pueden imaginar su vida sin este servicio.
Además, en aquella época no era posible matricular a un niño autista en un colegio ordinario. Katka tuvo mucha suerte de que la admitieran en una guardería que tenía una clase con seis niños y niñas autistas, la única en Moravia del Sur. En los años siguientes, sus padres, junto con profesionales, fundaron la primera escuela para autistas de Štolcova, en Moravia del Sur. Pero, ¿y después?
La educación superior no era accesible para las personas autistas con grandes necesidades de apoyo. Katka pasaba la mayor parte del día en casa. Y no sólo Katka se hacía mayor, también sus padres. Cada vez estaban más preocupados por el futuro de Katka cuando ellos ya no estuvieran allí. Así nació hace 12 años el sueño de un «Nuevo Hogar», donde Katka pudiera vivir una vida feliz con un nivel de apoyo que le permitiera desarrollar su potencial para ser lo más autónoma posible. Fue entonces cuando sus padres se unieron para formar la asociación Tady to mám rád. Recibieron financiación del Programa Operativo Regional para el primer proyecto de viviendas para adultos autistas.
Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos, el proyecto fracasó en 2013. Debido a una petición de futuros vecinos, la autoridad de construcción no concedió el permiso para construir la vivienda. Tady to mám rád tuvo que devolver la subvención. Pero el amargo sabor del primer fracaso no les desanimó. Los miembros de la asociación adquirieron una valiosa experiencia al participar en un proyecto internacional centrado en las buenas prácticas a la hora de atender a personas autistas.
Un sueño hecho realidad
En 2018, Tady to mám rád recibió el apoyo de la Región de Moravia Meridional en forma de promesa de mandato para realizar un servicio de interés económico general (es decir, el funcionamiento de un servicio social residencial). En 2019, la organización fue incluida en la red de servicios sociales. Encontraron un gran lugar donde establecer «Nuevo Hogar», esta vez con vecinos amistosos.
La Región de Moravia Meridional, el Ayuntamiento de Brno y la mayoría de los municipios del Consejo del Distrito Regional de Šlapanice y la DSO de Šlapanicko contribuyeron significativamente a la financiación del proyecto, junto con muchas empresas y donantes individuales. El sueño del «Nuevo Hogar» empezó poco a poco a hacerse realidad. En diciembre de 2022 se aprobó la construcción del edificio. El 1 de mayo de 2023 se empezó a prestar el servicio de vivienda tan deseado y planeado por tanto tiempo.
¿Cómo es «Nuevo Hogar» y cómo funcionará el servicio?
«Nuevo Hogar» es una gran casa familiar con seis dormitorios individuales, que cada uno de los futuros residentes puede amueblar a su gusto. Hay baños e instalaciones sanitarias accesibles en silla de ruedas. En el corazón de la casa también hay una gran cocina con una isla para preparar las comidas juntos. Los residentes de la casa participarán en la gestión del hogar, de acuerdo con sus propias capacidades y con el nivel de apoyo adecuado. Será un proceso de aprendizaje a largo plazo: el objetivo es aumentar gradualmente la autonomía.
Una parte importante de la sala son dos aulas de trabajo para formación individual, sobre todo en comunicación. Un logopeda clínico, especializado en el desarrollo de habilidades de comunicación con personas autistas, formará parte del equipo.
Para garantizar la seguridad y salvaguardar al mismo tiempo la intimidad de los residentes, se han instalado en la casa elementos del sistema Loxone Smart Home. Entre ellos, un sensor de fugas de agua en todos los baños, así como contactos magnéticos de apertura de puertas y ventanas que envían notificaciones. Las notificaciones podían enviarse en voz alta a través de un altavoz integrado en la casa, o mediante una nota silenciosa a los smartphones del personal. Los altavoces integrados tienen más funciones además de las notificaciones: permiten programar determinados sonidos y grabar también letras o melodías. Esto permitiría, por ejemplo, entrenar a las personas para evacuar la casa en caso de incendio poniendo la canción «Dancing in the rain», ya que una alarma de incendios convencional sería abrumadora para la mayoría de los autistas, que podrían reaccionar llorando y corriendo a esconderse en sus habitaciones.
La tecnología Loxone también permite gestionar la energía de la casa conectando todos los dispositivos del sistema. Por ejemplo, ajustando automáticamente el control de las persianas exteriores, es posible evitar que la casa se enfríe en invierno y se sobrecaliente en verano. Gracias a la posibilidad ilimitada de actualizar y adaptar los ajustes del sistema, «New Home» aprende junto con sus residentes. El sistema fue programado por Smarteon Systems s.r.o., que cuenta con una larga experiencia en el diseño de hogares inteligentes para servicios sociales.
«Nuevo Hogar» pretende ser un proyecto piloto para fomentar otras experiencias de vivienda similares. En opinión de Tady to mám rád, los servicios residenciales comunitarios para autistas seguirán creciendo.